De la turismofobia y del porqué de las cosas

De la turismofobia y del porqué de las cosas

El turismo, ese gran invento que se nos va de las manos.

Seguro que los que vivieron los años 60 o 70, incluso los 80, recuerdan aquella visión que compartíamos de forma dulzona, y a veces incrédula, del turismo extranjero que llegaba movido por el sol a las costas del sur de España y a las Islas Baleares y Canarias. Por aquel entonces estábamos tan a gusto por aquel “invento” del turismo…

Ese “invento” a nivel mundial ha tenido un crecimiento espectacular en los últimos 40 años y parece ser que los crecimientos no van a reducirse en los próximos años a no ser que ocurra una hecatombe mundial.

EVOLUCION TURISMO MUNDIAL 1980-2002

Es la industria que más crece y aporta valor a cualquier nación del mundo, sin embargo, como cualquier otra industria, también deja pelos en la gatera.

Cualquier tipo de sobreexplotación de recursos implica tener un problema, y en este caso además del problema del gasto de recursos para el ocio (que no es precisamente una necesidad básica de la población) está el problema de la afección de determinados territorios por una sobreexposición turística que afecta al propio funcionamiento y gestión de ese territorio.

Este conflicto ya ha sido evaluado y definido por la sociedad con términos como turismofobia y overtourism, siendo esta última acepción anglosajona (Sobre-ocupación-turística) la que parece ser la causa y la turismofobia la consecuencia.

Pero, si no lo decimos no nos quedamos contentos, también se habla de “gentrificación” que se define como un proceso de desplazamiento de los residentes de ciertos entornos urbanos y turísticos como consecuencia de que el capital invierte en mejorar una zona residencial por poseer un valor intrínseco y a su vez promueven una revalorización que impide que sigan viviendo esos residentes al aumentar el coste de los precios de los inmuebles y de sus alquileres.

Independientemente del término más adecuado a utilizar, está demostrado que residentes de bajo poder adquisitivo que han estado viviendo en los centros de las grandes ciudades, se han visto con el tiempo desplazados a otros barrios más baratos y alejados del centro.

Pero no hay nada mejor que poner tres ejemplos con overtourism: Venecia, Berlín y Barcelona

Estas tres ciudades han comenzado a poner límites a esa sobreexposición turística de su territorio, pero la fuerza de la demanda es muy grande y los intereses económicos privados lo son aún más.

Venecia es un destino turístico saturado con una capacidad de alojamiento limitado y parecía que los límites de ocupación estaban controlados. Sin embargo, hay tres nuevos productos turísticos que han roto ese techo de cristal y que afectan también a otros territorios como Barcelona o Berlín:

Son los cruceros gigantes, el fenómeno AirBnB con sus colchones de aire y el aumento de la oferta de las low cost aéreas.
  • La comercialización de los cruceros gigantes ha conseguido, al igual que los grandes portacontenedores que llegan de China, abaratar el coste de transporte, ya sea por producto o por persona, en el proceso de un viaje de ocio. En los últimos tiempos, cada año que pasa se construyen cruceros más grandes en una carrera que parece no tener fin. No solo el coste del transporte es competitivo, sino que también lo es del alojamiento ya que las ciudades costeras (como Venecia o Barcelona) cuentan con un puerto cercano y no tienen necesidad de estar pendientes de la disponibilidad ni del precio de los hoteles en tierra firme.

CRUCEROS GIGANTES

  • AirBnb es ese negocio que empezó de una manera desenfadada, dejando una colchoneta hinchable para dormir en casa de un amigo por poco dinero (de ahí viene el nombre acrónimo de air bed and breakfast) y que se ha convertido en un sistema de negocio privado para cualquier persona que dispone de una vivienda (incluso hasta en alquiler), por lo cual y como era de esperar, las ciudades turísticas amplían con este nuevo producto turístico la capacidad de alojamiento para turistas de forma exponencial.
  • Las low cost aéreas se centran en las ciudades que son muy turísticas, creando sus propias bases logísticas en estas ciudades como sistema de ahorro. Estas tres ciudades son las bases logísticas de primer orden de las principales líneas aéreas de bajo coste, lo cual incrementa el número de plazas ofertadas y se ofrecen a un coste muy reducido debido a la elvada oferta.
Tres ciudades diferentes, varios problemas iguales

Estos nuevos productos turísticos han desencadenado una serie de problemas que son comunes a estas tres ciudades:

  • Los servicios públicos han tenido que ser sobredimensionados por el número de visitantes, además del de residentes, lo cual implica una inversión en medios y personas para que sean correctamente atendidos.
  • La vida social se ve mediatizada por la existencia de turistas, en el sentido que ocupan las zonas comunes y estrangulan la creación de comercios o servicios para los residentes, favoreciendo los creados para los turistas (souvenirs, etc).
  • Mercantilización de la vivienda en las zonas turísticas que coinciden con los centros urbanos, elevando los precios de los alquileres y desplazando a la población a los extrarradios.
  • Ocupación física, personas, transporte, hoteles, servicios… es una industria que es muy invasiva y canibaliza otro tipo de industrias o negocios en sus centros urbanos.

Estamos hablando de las causas principales que han generado estos problemas, pero si miramos con perspectiva, acabamos en el mismo sitio que con muchos otros problemas sociales que encontramos un día normal en un periódico (¿digital?):

  • Es un efecto de la globalización
  • Es un efecto de la digitalización

Sí, el acceso global a los servicios, la presión global de la imagen de los destinos, la comercialización global … todo esto hace que el centro de Barcelona o de Berlín o de Venecia sea un recurso cotizado por cualquier persona y como en cualquier producto muy expuesto, tiene mucha compra y presión.

Y con el exceso de exposición, eso que se hace tan bien desde las redes sociales, somos espectadores de la mayoría de los conflictos que crea la digitalización y globalización de la economía, desde la turismofobia a las disputas de los taxistas con UBER, la disputa de la economía digital por burlar las relaciones laborales (falsos autónomos), la competición entre la reputación real frente a la digital…. el descontrol de las noticias fabricadas o falsas…

Tendremos que decidirnos a poner normas globales para todos los países en los aspectos referentes a la economía digital y global y que eso suceda antes de que sea demasiado tarde.

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